Hemos regresado a Alameda del Valle, un fantástico pueblo situado a 45 minutos de Madrid. En esta ocasión nos hemos alojado en
Casa Juan (en el mismo pueblo y de los mismos dueños está
Casa Tomasa, que ya fuimos en su momento). La casa, aun cuando un tanto oscura, está muy bien montada y situada justo en el centro del pueblo.
El atractivo de este pueblo reside en su ubicación, pues desde allí salen numerosas rutas tanto a pie como en bicicleta y no hay que estar cogiendo los coches para absolutamente nada.
También está muy bien para los niños, puesto que hay bastantes zonas dedicadas a ellos así como una enorme explanada donde ver caballos y diversos animales en libertad.
Sin duda regresaremos al pueblo... y no dentro de demasiado tiempo...
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