Me habían hablado en numerosas ocasiones del Refectorium Catedral y su ensaladilla, pero entre unas cosas y otras nunca habíamos encontramos al momento de acercarnos.... hasta que un buen día dije: "de hoy no pasa", y efectivamente, no pasó.
Me gusta que haya medias raciones, porque así se pueden probar muchas más cosas... y los vinos... y recuerdo a la chica que pasaba con una bandeja llena de biznagas... es un olor que se te queda grabado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario