Me apetecía mucho conocer el Mui... y con la mala suerte que me pillo el verano de por medio, así que tuve que esperar... un poco más...
Dedicí invitar a Toni y compañía a celebrar mi cumpleaños...
Yo, que le hago fotos hasta a la nada... no tengo ni una... un verdadero desastre.
Nada.. NADA me llamó la atención... al resto tampoco... y eso sin contar a la persona que nos atendió... que sabía lo mismo de la carta que yo... es decir... NADA.
Mi gozo en un pozo...
Evboca. Calle Pardillo 4. Madrid. Llama la atención que no tengan web...
Estuvimos hace unos seis meses y debo reconocer que la experiencia fue fantástica. A pesar del poco espacio (tendrás mucha suerte si consigues encontrar una butaca alta), cada vez que llegaba un plato nuevo suponía una sorpresa mayor que la anterior. Fantásticos platos tanto por su aspecto como por el sabor.
El dueño y cocinero un tipo encantador que rápidamente se dio cuenta del trato que otorgábamos a su comida y se implicó mucho... Llama poderosamente la atención que la tinta de los calamares estuviera pintada en el pan o bien el rulo de pan negro, morcilla cebolla roja y crema de queso que no recuerda a los Tigretones (de hecho se llaman Trigretostones), esos bollos que comíamos cuando éramos pequeños. El resultado verdaderamente fantástico y llamativo.
Hace exactamente una semana supusimos que habrían cambiado la carta y, puesto que nos quedaba muy cerca, decidimos acercarnos de nuevo. Una vez más nos sorprendieron muchos de los platos. Hechos con cariño y teniendo cuenta todos los detalles. Me encantó "Verano azul", unos chanquetes con huevo muy llamativos y, por supuesto, una mención especial a la variación del helado Drácula. No me gustan las texturas tipo gelatina y en cambio esta negra, sabor Coca-Cola, me dejó con la boca abierta.
En esa ocasión el cocinero no estaba tan receptivo. Es verdad que todo el mundo puede tener un mal día...
Desgraciadamente no marchamos con un mal sabor de boca puesto que al pedir la cuenta no nos habían duplicado un plato, ni dos ni tres sino la friolera de seis.... lo que ascendía a más de 30 €. Me parece imperdonable. Y más aún que el dueño, situado a 2 metros, no hicieran ni siquiera el gesto de levantarse a preguntar lo que estaba sucediendo.
A pesar de que me gusta mucho el sitio, por ahora lo dejamos aparcado....
Estuvimos hace unos seis meses y debo reconocer que la experiencia fue fantástica. A pesar del poco espacio (tendrás mucha suerte si consigues encontrar una butaca alta), cada vez que llegaba un plato nuevo suponía una sorpresa mayor que la anterior. Fantásticos platos tanto por su aspecto como por el sabor.
El dueño y cocinero un tipo encantador que rápidamente se dio cuenta del trato que otorgábamos a su comida y se implicó mucho... Llama poderosamente la atención que la tinta de los calamares estuviera pintada en el pan o bien el rulo de pan negro, morcilla cebolla roja y crema de queso que no recuerda a los Tigretones (de hecho se llaman Trigretostones), esos bollos que comíamos cuando éramos pequeños. El resultado verdaderamente fantástico y llamativo.
Hace exactamente una semana supusimos que habrían cambiado la carta y, puesto que nos quedaba muy cerca, decidimos acercarnos de nuevo. Una vez más nos sorprendieron muchos de los platos. Hechos con cariño y teniendo cuenta todos los detalles. Me encantó "Verano azul", unos chanquetes con huevo muy llamativos y, por supuesto, una mención especial a la variación del helado Drácula. No me gustan las texturas tipo gelatina y en cambio esta negra, sabor Coca-Cola, me dejó con la boca abierta.
En esa ocasión el cocinero no estaba tan receptivo. Es verdad que todo el mundo puede tener un mal día...
Desgraciadamente no marchamos con un mal sabor de boca puesto que al pedir la cuenta no nos habían duplicado un plato, ni dos ni tres sino la friolera de seis.... lo que ascendía a más de 30 €. Me parece imperdonable. Y más aún que el dueño, situado a 2 metros, no hicieran ni siquiera el gesto de levantarse a preguntar lo que estaba sucediendo.
A pesar de que me gusta mucho el sitio, por ahora lo dejamos aparcado....
Oye Toni..... ¿Dónde podemos comer?...
Me han hablado de un sitio que está bien... Se llama Lakasa ¿Vamos?
Había una celebración grande (grrrr) , así que nos hicieron un hueco en la barra... y allí nos agazapamos...
Me gustó, me gustó mucho...y la idea de las medias raciones me pareció muy acertada... Los buñuelos de Idiazal me fliparon... una gran hamburguesa cortada a mano... y unas croquetas de chocolate
(tenía un nombre precioso que no recuerdo) con un helado de frambuesa... Perfectamente redondas y al meterlas en la boca... qué decir... ¡¡Vete a probarlas!! 
Yo... muy lila... pruebo una salsa hecha con
caramelos de violetas,
de los de siempre...
Y además César Martín me explicó cómo hacerlo...
Gran sitio... !!Muy recomendable!!
Normalmente suelen ser comidas o cenas, pero es que siempre quise tener un espacio que se llamara "Desayunando", así que no me lo he pensado dos veces y he decidido darle ese título.
Vamos a escudriñar sitios en los que hemos estado ingiriendo comida. Normalmente serán de Madrid pero también incluiré de España, del mundo e incluso del Universo (jajaj, que parezco Willy Fog).
Lo más importante de todo es que será una crítica objetiva del lugar, y ya te digo, de antemano, que hay algunos sitios que me han decepcionado mucho.
Si conoces algún sitio que pienses que merece la pena, no tienes más que escribirme un comentario...
Allá vamos, a comer y beber... incluso en algunas ocasiones también a dormir...
En muchas ocasiones contaré con la ayuda de Toni, gran pseudónimo... seguro que tendrá cosas interesantes que decir...
La tía vaga no lleva ningún blog ni red social... pero oye, tiene un verdadero dominio de la blogosfera.
Go, Go, Go.
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